miércoles, 22 de junio de 2016

WORLDBUILDING I: INTRODUCCIÓN. PUNTOS A TENER EN CUENTA ANTES DE EMPEZAR A ESCRIBIR

Cuando escribimos fantasía, a veces es necesario crear un mundo completamente nuevo. Esto puede parecer en un principio una tarea sencilla, puesto que se trata únicamente de inventar e inventar, ¿no? Pero lo cierto es que hay que ser consecuentes y tenerlo todo bien planificado y pensado desde el principio para no meter la pata mientras se escribe. Por ejemplo, podría pasarnos que decidimos en la página 50 que en nuestro mundo, o al menos en el lugar donde se esté desarrollando la historia, hace mucho calor y 20 páginas antes hemos dicho que el protagonista lleva una chaqueta nórdica. Si esto pasa, habríamos metido un buen patazo. ¿Que las correcciones están para resolver estos problemas? Sí, pero cuantas más información tengamos desde un principio, más fácil (o al menos no tan ardua) será la tarea de escribir. Tenemos que tener en cuenta que cometeremos mil errores mientras escribamos, así que cuantos más podamos evitarnos, mejor, y los de worldbuilding pueden evitarse. Tengamos en cuenta que tenemos la responsabilidad, como escritores, de presentar una historia lo suficientemente coherente para resultar verosímil, y para ello hay que estar familiarizado con un par de cosas. Así que por eso, escritor, traigo para ti un post introductorio, sobre aspectos a tener en cuenta sobre nuestro mundo antes de ponerse a escribir y algunos ejemplos históricos.

¡Empezamos!




LOCALIZACIÓN Y DELIMITACIÓN GEOGRÁFICA
Lo primero a tener en cuenta sería la localización. Si no queremos que nuestro personaje ande a ciegas, lo mejor será que diseñemos un mapa y situemos los lugares más importantes, aquellos donde sepamos que sí o sí va a ocurrir alguna escena. También sería conveniente delimitar los reinos (si los hubiera) y cómo. Hay varios tipos de fronteras naturales, como los ríos, los mares o las montañas. Si no tenemos este tipo de frontera, probablemente los pueblos que se encuentren entre un reino y otro, vivan de forma más inestable, pasando a ser propiedad de un reino o del otro dependiendo del que en ese momento sea más fuerte. Si el reino es poderoso o incluso un imperio, quizá han construido una gran muralla, fuertes fronterizos o tienen los territorios fronterizos fuertemente militarizados. Depende del tipo de sociedad, y en la situación económica y política en la que se encuentren e incluso del clima del territorio, estas fronteras pueden ser más o menos efectivas. Por ejemplo, un río puede ser un problema en un clima frío, pues al llegar el invierno puede congelarse y ser cruzado sin problemas, y los fuertes fronterizos no te sirven de nada si no tienes hombres en el ejército, como sucedió al final del Imperio Romano. Lo que nos lleva al segundo punto:

POLÍTICA
Sí, política. La vidas de las personas transcurren de una forma o de otra según las políticas que se han llevado, se están llevando y se llevarán a cabo (y de la economía, pero de eso hablaremos después). Ya que antes puse el ejemplo del fin del Imperio Romano, sigamos con él. Aunque existieron muchas razones para que no hubiera hombres que se enrolasen en el ejército y defendiesen la frontera, hubo una política especialmente culpable: En el 212 d.C. Caracalla promulga un edicto donde extiende la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio. Lo hizo con el fin de aumentar los ingresos fiscales y costear así sus campañas militares. No obstante, con el tiempo, esta política fue contraproducente, puesto que el atractivo principal del ejército era poder conseguir la ciudadanía tras años de servicio, lo cual te otorgaba muchas ventajas en la sociedad romana. Por lo tanto, si todo el mundo es ya ciudadano, muy pocos querrán ir a guerras cuando pueden quedarse en casa tranquilitos con sus huertos y la familia. Así vemos que las políticas pueden dar mucho juego en una novela y una política que un personaje ve como una buena idea en un principio, puede traer unas consecuencias muy interesantes más tarde.

Por otro lado, también debemos tener en cuenta las instituciones de poder. Podemos escribir sobre una monarquía, una república, ect., y si esto tiene especial importancia en la historia, saber cómo funciona cada uno de los sistemas de gobierno y las instituciones con las que va a contar.

ECONOMÍA Y COMERCIO
¿De qué vive nuestra sociedad? ¿Cuál es la base de su economía? ¿Cómo de productivas son las técnicas que utilizan? ¿En el momento en el que se desarrolla nos encontramos en un florecimiento de la economía o en una crisis? ¿Se trata de una sociedad marítima? ¿Prevalece el comercio interno o el externo? ¿Hay más grandes propietarios o más pequeños propietarios? Estas son algunas de las preguntas que podemos hacernos antes de empezar a escribir y que pueden sernos muy útiles a la hora de describir la sociedad. Según el momento económico, la gente vive de una forma o de otra y eso es algo a tener en cuenta si queremos que todo sea creíble.

Otro subpunto a tener en cuenta y que mezcla los tres puntos anteriores es la organización territorial. ¿Estamos ante un reino con una capital? ¿Ciudades estados? ¿Un imperio dividido en provincias? ¿La administración está centralizada o descentralizada? Las actividades políticas y económicas se darán de distinta manera según cómo organicemos nuestro mundo y, por lo tanto, la sociedad también se comportará de distinta forma.

 SOCIEDAD
¿Cómo está estructurada nuestra sociedad? ¿Qué grupos sociales hay? ¿Quiénes tienen el poder y por qué? ¿Qué aspiraciones tienen las personas de cada estrato social? ¿Qué actividades son llevadas a cabo por cada clase social? ¿Cómo están distribuidas la ciudades según toda esta información? A su vez, si el mundo está dividido en varias partes, tendremos que preguntarnos si todo lo anterior sucede de igual forma en todas las partes o por el contrario no. Puede ayudarnos dibujar una pirámide social en la que de un vistazo podamos recordar el tipo de relación que existe entre los distintos estratos.

HISTORIA, CULTURA Y RELIGIÓN
Quizá pensemos que en ningún momento de nuestra narración vayamos a contar nada de la historia de nuestro mundo inventado, pero lo dudo. Somos humanos y los humanos siempre estamos mirando hacia atrás en el tiempo y comparándolo con nuestro presente, sobre todo si el de ahora no nos gusta. "¡Qué bien se vivía antes de que Pepito nos conquistase!". Por eso, habría que tener al menos una idea de cómo era el mundo antes del momento en el que se desarrolla nuestra historia. Cuanto más sepamos, mucho mejor, aunque luego toda esa información no se plasme.

También tendremos que saber si nuestra sociedad es atea o religiosa, pues esto definirá la forma en la que nuestros personajes se van a enfrentar a muchos aspectos de su vida. Por ejemplo, un religioso y un ateo no se comportará de la misma forma en la primera fila de batalla. Si tu religión te promete ir a un paraíso, probablemente te importe menos morir. Además, sería interesante conocer quién es la cabeza de dicha religión, y si el poder religioso y el político están o no fusionados.

Otra pregunta que nos podemos hacer sobre el punto de la religión y que está muy relacionado con la cultura, es si hay fiestas religiosas y qué importancia tienen para la gente. Y ya centrándonos en el punto de la cultura, deberíamos saber como de cultos son los habitantes de nuestro mundo. ¿Saben leer? ¿Son supersticiosos? ¿A qué actividades de ocio se dedican cuando tienen tiempo libre? Esta última pregunta me parece que es una de las más importantes, porque definirán cómo se comportarán nuestros personajes cuando no estén liados con algo o será en lo que pensarán que les gustaría estar haciendo en vez de estar realizando una tarea pesada.

IDIOMAS 
Las lenguas sirven para hablar de la realidad y están muy ligadas al tipo de sociedad y a la cultura. Este es un punto muy importante y nosotros lo debemos saber bien pues en nuestro país conviven cuatro lenguas distintas, que han sido tratadas de distinta forma según el momento histórico, influyendo en la sociedad. Uniendo este punto con el de la sociedad, podemos hacer que en nuestro mundo la clase dominante utilice una lengua y el campesinado otra distinta, aunque también existen muchas otras posibilidades. No obstante, me parece que algo que hay que conocer sí o sí antes de empezar a escribir es si en nuestro mundo existe una sola lengua hablada por todos o si existen variedad de ellas, y si decidimos la segunda opción, habría que delimitarlas geográficamente. ¿Quién habla la lengua? ¿Dónde vive esta gente? Son algunas de las preguntas que podríamos hacernos al principio. También tendremos que pensar si en algún momento será necesario añadir a nuestra narración algún texto escrito en ese idioma y cómo afrontaremos este hecho: inventando sobre la marcha (si no va a tener demasiada repercusión), creando un alfabeto y trascribiendo como en Artemis Fowl o creando un lenguaje completo (o al menos unas reglas gramaticales básicas y el vocabulario necesario para lo que queramos expresar) como en El señor de los anillos

Por otro lado, como ya he mencionado arriba, las lenguas sirven para describir una realidad. Como estamos escribiendo fantasía, es muy posible que creemos realidades que no existen en nuestro mundo y que por tanto no tienen nombre, entonces tendremos que inventarnos palabras para describirlas. Hace no mucho escribí un ensayo para la universidad sobre la importancia de los neologismos en la literatura de ciencia ficción, pero que es perfectamente aplicable también a la fantasía y que podéis leer aquí si os interesa el tema de la creación de palabras.

Por último, quería recordaros que este blog está enfocado a inspirar mediante el análisis de la Historia, por esa razón, la siguiente entrada de esta serie de worldbuilding se centrará en el análisis de una civilización utilizando los puntos mencionados arriba. De hecho, esta entrada se llama introducción porque presenta los puntos en los que me voy a basar, no por otra cosa. (Por cierto, si queréis saber qué civilización elegiré para ser analizada, estad atentos a mi cuenta de twitter). 

Y eso es todo, escritores. Espero que os haya gustado y os pueda ser útil a la hora de contar vuestras historias. Para lo que sea, dejadme un comentario.


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